La batalla de Alcazarquivir fue una batalla que tuvo lugar el 4 de agosto de 1578, y enfrentó a las fuerzas portuguesas y a las de los pretendientes al trono de Marruecos.
Esta batalla fue trascendental para el reino de Portugal por muchos conceptos. Originó el mito del Sebastianismo, o la idea de que el romántico rey don Sebastián, fallecido en dicha batalla, ha de volver algún día a regir a la nación portuguesa; pero también lo fue para el reino de Marruecos, ya que también falleció su rey en dicha batalla. Por ello la figura de don Sebastián, rey de Portugal quizá sea una de las más míticas de la historia de ese país.